Uno de los acontecimientos más importantes de la cultura vaqueira es el matrimonio. En el Occidente asturiano, los matrimonios mixtos, de Vaqueiros y aldeanos eran escasos, ya que lo lógico era que los Vaqueiros se casaran entre sí, por tratarse de un grupo minoritario, marginado y con una forma de vida distinta, pastoril y trashumante. El matrimonio de los Vaqueiros no sólo contribuía al bien de las familias, sino que también beneficiaba a los pueblos y reforzaba la identidad de grupo social.

Todo ello fomentó la aparición de una serie de pautas de conductas sociales y culturales propias que en los acontecimientos importantes de la vida del vaqueiro, como el matrimonio, se manifestaba en la participación de todo el colectivo social en una gran muestra de solidaridad grupal.

A la boda preceden los conciertos. El padre del novio va a casa de la novia y allí se determina y regatea lo que cada cónyuge ha de llevar al matrimonio.

El día de la boda, la comitiva formada por los novios, padrinos e invitados, iba precedida del ajuar llevado en un carro del país tirado por dos vacas. En él se llevaba un arca o baúl con ropa blanca, rodeado de algunos sacos de trigo y los enseres que componían el ajuar; encima de todo va  la cama matrimonial, en la que resaltan los encajes de las sábanas, de las almohadas y los primores de la colcha. Y por último, la cesta de la madrina, adornada con lazos que contienen pan, manteca, huevos y dulces.

Una vez celebrada la boda, tiene lugar la típica comida vaqueira, compuesta por jamón cocido, chosco, empanada, bollo preñao, frixuelos, nata montada de las brañas y café de puchero.

Para continuar esta tradición tan representativa de la cultura Vaqueira, todos los años, el último domingo del mes de julio, en el Alto de  Aristébano, entre los concejos de Luarca y Tineo,  se celebra El Festival Vaqueiro y de La Vaqueirada, Fiesta declarada de Interés Turístico,  que vuelve a revivir el rito matrimonial de los vaqueiros de Alzada aunque ya no se producen éstos matrimonios entre vaqueiros. 

Se dan cita en el campo, alrededor de la Capilla de La Divina Pastora, novios y familiares, vaqueiros y turistas, asturianos y extranjeros. Y es digno mencionar el pintoresco espectáculo de la comitiva Vaqueira, la comida campestre, el concurso de coros y danzas Vaqueiras sobre improvisado tablados, y las coplas y romances del más vivo sabor brañeril.